martes, 17 de julio de 2012

Organización de la Materia

Niveles de Organización de la Materia.



Cuando los átomos se combina pueden llegar a formar moléculas, por ejemplo el hidrogeno combinado con el oxigeno forma una molécula de agua. Así los dos elementos combinados forman una estructura con mayor nivel de complejidad, que no es sólo la suma de sus partes, sino que asume una forma y función diferentes a la que tenían sus elementos originalmente. De este modo vemos que el oxigeno y el hidrogeno son gases, mientras que el agua es un liquido. Existen moléculas pequeñas como la del agua, o bien enormes, formadas por miles de átomos como las proteínas o el DNA.

            Las moléculas pueden unirse y formar estructuras más complejas: los organelos celulares, como los lisosomas, cloroplastos, mitocondrias o ribosomas, que conforman una célula. Una célula no es sólo la unión de un conjunto de moléculas que forman organelos, sino que estas se encuentran organizadas y operan entre sí para realizar ciertas funciones y dar lugar a una estructura de mayor complejidad . Las células pueden ser sencillas –como la de una bacteria- o complejas- como una neurona humana o un linfocito.

Algunas células son en sí un organismo, otras se asocian y forman colonias y otras son parte de un tejido, que es la unión de células que cumplen una función determinada. Así el tejido muscular permite el movimiento, mientras que el tejido epidérmico es la capa externa que protege a los seres vivos. Los tejidos, a su vez, forman parte de órganos que conforman los sistemas de un organismo vivo. Por ejemplo, el corazón y los vasos sanguíneos conforman el sistema circulatorio de un humano, y el sistema circulatorio de una planta está formado por tejidos del xilema y floema y por sus órganos principales: raíz, tallo y hoja.

            Como vemos, un organismo puede estar conformado por varios sistemas funcionando coordinadamente, y  eso es lo que lo mantiene con vida. La organización en este caso es crucial, ya que cualquier evento que altere la disposición de los elementos que conforman un ser vivo puede producir la muerte. La muerte seria entonces, el proceso en el que se desorganiza la materia de un ser vivo.

            Un organismo- un pato, una hormiga o un pino, por ejemplo, es un enorme conjunto de átomos perfectamente organizados que dan lugar al maravilloso proceso de la vida. Sin embargo los niveles de organización de la materia llegan todavía más allá: los organismos de una misma especie forman una población- como los peces en una laguna o los encinos en un bosque-, y ésta, a su vez, es parte de una comunidad en la que conviven distintas especies en un espacio en común- por ejemplo los insectos, roedores, arboles, perros y humanos que se encuentran en una ciudad-. Estos elementos, al interactuar con elementos no vivos del ambiente, como la luz, el agua o el suelo, conforman un ecosistema. Todos los ecosistemas de nuestro planeta forman parte de la biosfera, que es el nivel más alto de organización que conocemos. Para que esa biosfera funcione adecuadamente y sobreviva, es importante que cada organismo que la conforma asuma el papel que le corresponde.

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